El proyecto GO-AlgaViD responde a 4 grandes desafíos a los que se enfrenta la agricultura actual: comunicación y disponibilidad de datos, seguridad alimentaria, agotamiento de recursos naturales
y el cambio climático.
El proyecto GO-AlgaViD permitirá demostrar en el sector vitivinícola la viabilidad de la sustitución de
los fertilizantes, abonos y remediadores de suelo convencionales, en su mayoría de origen químico,
por bioproductos basados en microalgas. Paralelamente, se desplegará una red de sensores edáficos,
ambientales y fenológicos, que serán explotados con inteligencia artificial en una aplicación que
ofrecerá decisiones y recomendaciones por voz al usuario.
Para ello, contamos con 3 explotaciones, cada una con características climáticas (Andalucía, Castilla
La Mancha y Aragón), de riego (regadío y secano), de producción (convencional y ecológico, con
manejo de cobertura y sin ella) y variedades diferentes (palomino, garnacha y verdejo, entre otras)
con el fin de validar diferentes estrategias de adaptación al cambio climático.
Por todo ello, el proyecto contribuirá a la recuperación económica resiliente y sostenible al reducir
o incluso eliminar la dependencia de los productores a los fertilizantes y correctores de suelo
químicos, en consonancia con los objetivos agroambientales y climáticos de la Unión Europea.
establecidos en la Componente 3 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia:
Transformación ambiental y digital del sector agroalimentario y pesquero.
* Mitigación y adaptación al cambio climático:
Las microalgas son capaces de fijar entre 1,5-2 Kg de CO2, por Kg de biomasa producida. Ésta al ser
utilizada en la actividad agrícola, se quedará retenida en el suelo, que es el mayor sumidero de CO2
de la planta. De este modo, la agricultura podría alcanzar una cuota de CO2 negativa, consumiendo
más carbono que el que produce.
Con el proyecto GO-AlgaViD se propone igualmente realizar de consumos neto de CO2 por parte de las
microalgas, validando de esta forma la utilidad de su uso agrícola para mitigar los efectos del cambio
climático. Las conclusiones del proyecto servirán igualmente para apoyar el reconocimiento del uso
esta solución innovadora en el sistema de comercio de emisiones gestionado regulado por el Ministerio
de Transición Ecológica.
* Mejora en la gestión del agua y/o del suelo
Las microalgas, juegan un papel muy importante en la fertilidad y recuperación del suelo y algunas de
sus propiedades ventajosas y beneficiosas los efectos influyen en el sistema planta / suelo, como:
- Excreción de ácidos orgánicos que aumentan la disponibilidad de P y por tanto su captación;
- Suministro de nitrógeno por fijación biológica de nitrógeno;
- Aumento de la materia orgánica del suelo;
- Producción y liberación de extracelular de sustancias bioactivas que pueden influir en el
crecimiento de las plantas y su desarrollo. Por ejemplo, reguladores del crecimiento de las
plantas (PGR), vitaminas, aminoácidos, polipéptidos, sustancias antibacterianas o antifúngicas
que ejercen biocontrol de fitopatógenos y polímeros, especialmente exopolisacáridos, que
mejoran la estructura del suelo y actividad de exoenzima;
- Formación de corteza;
- Estabilización de la agregación del suelo por polisacáridos extracelulares;
- Concentrar iones metálicos presentes en su entorno.
Asimismo, las microalgas son ubicuas en los suelos y su importancia en los mismos es destacable, ya
que ayudan a unir las partículas del suelo formando vainas y filamentos. Debido a la fotosíntesis
oxigenada mediada por algas, el suelo se vuelve aeróbico al absorber O2. La síntesis de metabolitos
intracelulares como el superóxido dismutasa, la prolina y los carotenoides tienden a ayudar a las
microalgas en condiciones de estrés mediadas por la sequía. La secreción de estos metabolitos
aumenta la resistencia a la compresión del suelo para permanecer estable incluso después de la lisis
celular. Bajo estrés de desecación, los filamentos de algas están sujetos a un aumento en la relación
de volumen de superficie para absorber nutrientes y evitar la pérdida de agua de la célula. Todo esto
permite la recuperación de la microbiota del suelo a la vez que promueve la recuperación de la biota,
lo que lleva a una restauración de los ecosistemas propios relacionados con el suelo.
* Avanzar hacia una economía baja en carbono y/o incrementar la captura de carbono en los
sectores agrícola y silvícola:
Actualmente con el establecimiento del Pacto Verde europeo, los agricultores tienen que reducir de
forma significativa el uso de fertilizantes químicos, así como de pesticidas, por esta razón la
implementación de métodos que signifiquen una reducción de este tipo de compuestos a la vez que
reduzcan la huella de carbono, evitando el desplazamiento de este tipo de productos ya implica una
mejora. En nuestro caso la producción de bioestimulantes y biorregeneradores de suelos in situ, ayuda
a estos objetivos.
* Lograr un uso más eficiente del agua en la agricultura, ganadería o en la industria:
El sistema propuesto, está pensado para reutilizar las aguas de proceso de la industria agroalimentaria
y agropecuaria, mediante el uso de microalgas, de modo que al final tengamos un producto apto para
el uso agrícola.
El aprovechamiento y recuperación de aguas de proceso de una industria agroalimentaria o
agropecuaria próxima a la explotación agrícola, mejora los costes de ambos al reducir los costes de
depuración para unos y los costes de agua para otros, además de generar un producto de alto valor
añadido como son los bioestimulantes.
El uso de microalgas como bioestimulantes y biorregeneradores de suelos mejora activamente la
estructura de los mismos. La compactación de los suelos se produce bajo condiciones de uso intensivo,
y afecta a la productividad de los cultivos y las propiedades fisicoquímicas de los suelos. Se produce
entre otras cosas por la presión ejercida por los aperos de cuidado y el pisoteo de las personas.
Cuando hay compactación, el agua escurre. Y cuando hay escurrimiento, además de estar perdiendo
todo ese recurso fundamental para la producción, se genera erosión del suelo. Las microalgas ayudan
a evitar el proceso de compactación, con lo que ayudan a la formación de poros, que son los
responsables de retener el agua en el suelo. Esto finalmente lleva a un ahorro significativo de agua.
* Lograr un uso más eficiente de la energía en la agricultura, en la industria agroalimentaria
y en la transformación de alimentos
La posibilidad de compartir la instalación propuesta por el GO-AlgaViD entre varios agricultores e
incluso su uso por una organización como una cooperativa redunda en un uso energético más eficiente.
El sistema de producción de bioestimulantes, propuesto, reduce de forma significativa el consumo
energético, al reducir transportes, envases, uso de fertilizantes y consumo de agua.
* Reducir las emisiones de óxido nitroso y metano de las actividades agrarias
Las microalgas son las fijadoras netas de CO2, más eficientes de la naturaleza, por lo que son
eliminadoras de gases de efecto invernadero. Además del CO2. Son eliminadoras de otros gases de efecto invernadero como el SOx y el NOx. Esta actividad, aunque no se busque de forma directa,
siempre vendrá de forma indirecta. De hecho, un beneficio de este grupo operativo será estimar, la
cantidad de gases invernadero eliminados, para que las microalgas utilizadas en aplicaciones agrícolas
sean consideradas como sumidero de gases invernadero en la cuota de estos por la oficina Española de
Cambio Climático (OECC).
* Reducir o alcanzar un uso eficiente de abonos y/o productos fitosanitarios
Entre las principales alternativas a los fertilizantes químicos se encuentran los productos
bioestimulantes, orientados a incrementar entre un 20% y un 30% la producción de los cultivos y los
biodefensivos, que fortalecen el metabolismo de las plantas para que sean más resistentes a
condiciones climatológicas adversas como la sequía o las plagas. Además, las aplicaciones de
biocontrol mediante las que los microrganismos evitan plagas, mejoran la efectividad y minimizan la
resistencia de los cultivos, evitando el uso de insecticidas químicos. El poder producirlos in situ, evita
además el impacto del uso de envases y el transporte de estos productos.
El sistema de autoproducción de bioestimulantes y biorregeneradores de suelos permite al agricultor
racionalizar la gestión de uso de abonos inorgánicos recuperando, de forma tecnificada, usos y
costumbres tradicionales agrícolas, lo que permite obtener productividades muy altas.
Además del ahorro de abonos, las microalgas producidas in situ permiten estimular la microbiota del
suelo, mejorando su estructura y porosidad, lo que conlleva un ahorro de agua de hasta el 15%. La
producción de bioestimulantes y biorregeneradores de suelos permite a su vez utilizar este producto
como vehículo con otros usos, como el vermicompost, uso de otros microorganismos, etc. Lo que
finalmente supone un incremento en la eficiencia medioambiental.